miércoles, 3 de abril de 2013

EN CHARLY


¿QUEDAMOS EN CHARLY?      ¿VAS A IR A CHARLY?           

Cuántas veces he hecho o me han hecho estas preguntas... durante tantos años...

Seguro que mis amigas se lo preguntarán también. Por eso me gustaría hacerlas partícipes de estas palabras llenas de nostalgia, con las que quisiera tener un recuerdo de agradecimiento a Charly, y cuando escribo Charly pienso en CARLOS y  en FUENCIS, y en el bar que abrieron allá por el año 1976.     
        
   
                                                                             
Yo tenía 19 años y a esa edad, para mis amigas y para mí, salir, quedar, estar juntas, hablar... ¡Ocupaba tanto tiempo que nos parecía tan poco! Charly se convirtió desde el principio en uno de nuestros lugares favoritos para todo eso: los sábados, los domingos, los días de fiesta, antes de ir a la disco, o después, o en alguna escapada que hacíamos. También a diario, a tomar un café (el café solo de Charly me parecía estupendo y por entonces no importaba la hora a la que lo tomara), a jugar a las cartas ¿Os acordáis? ¡Jugábamos a las cartas!  y por supuesto, hablábamos y hablábamos...  
            
Fuencis bajaba la cena a Carlos (huevos fritos, plátano...)

Más tarde formaron parte de nuestros encuentros aquí los amigos, los amores, el grupo de las elecciones, el de la Revista. Bueno, yo en Charly terminé mezclando amor, elecciones, revista y... acabó en boda. También Charly tuvo su momento en mi boda. Luego vinieron los retoños y ellos modificaron un poco las frases con las que he empezado: ¿Cuándo vamos a Charly? ¿Hoy no vamos a Charly?  Crecieron y siguieron sus propias rutas, pero nosotros seguimos fieles a nuestros encuentros allí. Los sábados por la noche y los domingos por la tarde, siguieron siendo la mayoría de las veces para Charly.

Sabíamos que se acercaba el momento en que cerraría sus puertas, Carlos jubilado, a Fuencis le faltaba poco y sus hijos Cristina, Elena y Carlos, estaba claro que no iban a continuar. Pero así, tan triste, con la muerte inesperada de Carlos, ha sido más difícil de aceptar.

Siguiendo con mi línea nostálgica, me gustaría terminar con unas palabras que no son mías, forman parte de una canción de entonces que no sé por qué, o quizá sí, me viene a la memoria:

"Viene a mi recuerdo una taberna 
 y los compañeros del ayer, 
 donde fuimos juntos tan felices, 
 qué grandes cosas íbamos a hacer...

¡Qué tiempo tan feliz que nunca olvidaré...!"


¡Hasta siempre Charly!  Eres parte de nuestra historia.  

Veva    

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